Case #85 - La piscina vacía


Danielle contó una historia bastante traumática. Tanto ella como su esposo eran docentes, y viajaban juntos, y enseñaban Inglés en una variedad de países. Se habían conocido en la universidad, y parecía que eran muy cercanos, ambos creativos, ambos interesados en espiritualidad, e involucrados en artes. En un punto el visitó Francia por una exhibición de arte. Sin embargo, no regresó. Decidió quedarse allí ilegalmente. Lo hizo sin advertirle a Danielle, y sin discusión. Esto por supuesto era muy preocupante. A medida que pasó el tiempo, las cosas no cambiaron. No la invitó a que se uniera a él, a pesar de que sí regresó a casa algunas veces. Cada vez, la comunicación era tensa y Daniella continuaba sintiéndose muy dolida con la situación. Sentía su vida en una especie de espacio suspendido, donde realmente no podía seguir adelante con mucha confianza, ni tampoco parecía poder resolver la situación. Luego de algún tiempo, escuchó a través de otra persona que él había muerto el año previo allí. Esto desmanteló a Danielle aún más. Encontró incluso que el proceso de divorcio se hizo extremadamente difícil, y que fue archivada también. Ella describió la experiencia como un edificio al cual los cimientos colapsan y yace en una pila de ruinas. Ella pasó los siguientes 6 años reconstruyendo su vida, poco a poco. Se involucró mucho en prácticas espirituales y filosofía, trabajo de crecimiento personal, y dedicó mucho tiempo y esfuerzo a extraerse a sí misma de ese trauma. Ahora se sentía de nuevo en suelo sólido, pero el problema era seguir adelante en una nueva relación. Había estado en unas pocas, pero ninguna duró. Ahora se sentía más lista para estar en una relación seria. Estaba en una actualmente, pero no había progresado mucho debido a su ambivalencia. Ella lo describió como estar en el borde de una piscina, sentirse congelada, incapaz de lanzarse. Señalé que esto tenía perfectamente sentido, dada su experiencia. Tomé su metáfora y la usé para más conciencia. Le señalé que la última vez que se lanzó a una relación, parecía que la piscina estaba llena de agua, pero de hecho, ese no era el caso, y se hirió fuertemente. Así que de hecho era realmente importante chequear cuanta agua había en la piscina. Comparé esto con conocer sobre la oscuridad de otras personas. Le pregunté si era ahora más capaz de discernir estas sombras en alguien más . Ella quería enfocarse en lo que necesitaba para prestar atención a sí misma, su propia oscuridad. Pero en esta ocasión, inusualmente, yo no quería hacer esto. Juzgue que con todo el trabajo personal intensivo que había realizado, estaba bastante consciente de su propio material oscuro, y más capaz de lidiarlo. Así que me enfoqué en lo que necesitaba de un compañero, quitando el foco de sí misma. Usualmente quiero poner el foco en el cliente. Pero cuando alguien ha tomado una gran responsabilidad por sí mismos, entonces puede ser bueno para ellos mirar al mundo, y evaluar otros. El problema en Gestalt es que no seguimos una formula. Lo que está bien en una situación no necesariamente es relevante en otra. "Depende"…en el nivel de desarrollo de la persona, sus necesidades, su consciencia, y lo que le falta. En este caso, el borde creciente, tal como comprendí, era su habilidad de realmente ver a la otra persona, como eran, sin miedo ni fantasías. En el Gestalt estamos muy enfocados en conectar a la persona en su experiencia sensorial, su experiencia somática, en el aquí y ahora. Y también trabajamos con metáforas, en este caso era útil, ya que le dio una clave sobre cómo seguir adelante. Trabajar dentro del mundo de la propia persona, su propio lenguaje, nos da un acceso directo a su mundo fenomenológico.



 Posted by  Steve Vinay Gunther